FELIZ. Así me siento.
Por fin me he reencontrado con mi esencia, con mi Ikigai, con aquello que puedo aportar a los demás, que me encanta, que mis clientas necesitan, me pagan por ello y se me da bien.
Hoy te cuento mi reconciliación con la informática ;-)
Si eres nueva por aquí y quieres saber más sobre mi historia personal de por qué decidí emprender, y como esta siendo mi experiencia personal, te recomiendo leer las entradas de la categoría “Mi experiencia personal emprendiendo”, dentro de este blog.

Por qué renegaba de la informática
La cuestión es que yo dejé mi trabajo por cuenta ajena (en consultoría informática para empresas multinacionales en la parte de bases de datos), después de 12 años y muchos problemas asociados a la ansiedad y la depresión.
Cuando me fui de allí sólo podía pensar en qué iba a ser de mi vida laboral si sólo había tenido un tipo de trabajo y encima no lo quería volver a hacer nunca. Me daba mucha ansiedad pensar en volver a otra oficina a seguir haciendo lo mismo. Quería hacer algo completamente diferente, porque salí “traumada” de aquello, y no sabía lo que iba a hacer.
Esto fue en Octubre de 2017. Esta entrada la estoy escribiendo en Febrero de 2020. Han pasado muchas cosas (que puedes ver en “Mi experiencia personal emprendiendo” ), y a día de hoy puedo decir que hace apenas unos meses fue mi reconciliación con la informática. Ahora me siento feliz de hacer lo que hago. He encontrado mi manera de hacerlo para que me encante.
La verdad es que me siento muy afortunada. Ahora, por fin, estoy trabajando en lo que me llamó la atención con 18 años para estudiar Ingeniería Informática… el hacer páginas webs.
En esos 12 años por cuenta ajena, intenté varias veces conseguir trabajo como desarrollador web, pero no lo conseguí por diferentes razones, que si quieres, te cuento en otra entrada.
Descubrimiento y reconciliación con la informática
En la creación de páginas web puedo dar rienda suelta a mi creatividad, y al final del trabajo, siempre lo acompaño de formación para que mis clientas sepan manejarse con sus webs, para que sean independientes en las ciertas tareas como tener su blog, duplicar páginas y que puedan retocar texto, imágenes, manejar su herramienta de email marketing, etc.
Aquí es donde yo hago diferente el trabajo de un informático… el trato con el cliente, la cercanía, el apoyo, la enseñanza, el ayudarla a entender la herramienta. Lo sé, no soy la típica informática que sólo quiere programar y no saber nada de nadie (tampoco digo que todos sean así, pero la mayoría de los que conozco, tal cual así son jaja).
Yo lo que más disfruto es de estar mano a mano con mis clientas
Y aquí está la clave: el IKIGAI o propósito de vida. Que lo que hagas cumpla estas 4 condiciones:
- Lo ames, te encante hacerlo (el trato con las personas y ayudarlas).
- Se te dé bien, tengas aptitudes para desarrollarlo (la informática).
- El mundo necesite. Mis clientas son la prueba viva de ello. Yo les hago fácil lo que para ellas es difícil. Les aporto una solución que ellas buscan y necesitan para su día a día en su negocio (y algunas incluso en su vida diaria. Ya te contaré más sobre esto en otra entrada).
- Te pagan por ello (clave si quieres que un negocio siga vivo en el tiempo).
Reflexión final ;-)
Por fin… después de 2 años dando tumbos y queriendo hacer algo diferente, al final siempre ha estado ahí el ayudarles con la parte técnica del negocio… y yo me resistía… pero por fin me “rendí”, deje de luchar y de pensar que tenía que hacer algo que no estuviera relacionado con la informática, y me di cuenta de que mi Ikigai es éste. Después de mucho tiempo, me REENCONTRÉ, y ahora estoy disfrutando de verdad de mi trabajo.
Cuéntame. ¿A ti también te ha pasado tener este tipo de experiencias? ¿Cuál ha sido tu revelación? Cuéntamelo en comentarios.